miércoles, 7 de mayo de 2008

Lo que nos inspira el Espíritu

Sentado una vez al pie de un arbol se encontraba dscansando un viejo padre de familia campesina.


Mientras miraba el cielo recordaba la niñez de sus hijos; recordaba sus travesuras e inquietudes, sus primeros pasos y palabras; la satisfacción de escuchar por primera vez de sus labios la palabra: "papá"...

"Entre tantas maravillas que hay en el mundo nunca me había sentido tan feliz" decía el campesino. "me siento feliz de que este amor ahora sea recíproco..."

Bueno... pero si yo a mo tanto a mis hijos, y hasta me sacrificaría por ellos; entonces, aquel que es Padre Nuestro, "y hasta de mis hijos"...

¿CÓMO SE SENTIRÁ POR NOSOTROS?
Hector Alcalá, Pastoral Familiar.

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